miércoles, junio 27, 2007

AUTENTICIDAD

EDWARD SAID: La autenticidad también consiste en justificar el presente en relación con el pasado. Es un error pensar que la autenticidad busca el pasado. Se trata siempre del presente, y de cómo el presente ve y reconstruye el pasado, el pasado que quiere.

DANIEL BARENBOIM: Si aceptamos la premisa de Edward de que se trata de una imagen del presente, entonces tenemos una imagen bien pobre del presente, porque nunca ha habido una generación tan preocupada por el pasado como ésta. En arqueología es frecuente ver ciudades que se construyeron encima de otras ciudades. Nosotros no tenemos el valor de dejar atrás aquellas cosas que hay que dejar atrás y seguir adelante. En mi opinión eso es parte del mal que aqueja a la sociedad moderna. La diferencia entre el movimiento de autenticidad y la forma en que Schumann, Mendelssohn o Wagner interpretaban a Bach o Beethoven es que ellos eran auténticamente modernos. Ellos luchaban para llevar el pasado a sus tiempos. Muchos de los miembros del movimiento de nuestros días dan por sentado que siguen una tendencia muy moderna, cuando en realidad lo que hacen es volver atrás por su incapacidad para transformarlo en algo contemporáneo (...) ¿Tratar de reproducir el pasado? La palabra "reproducir" de por sí ya es un signo de pobreza.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Tocar vestido con atuendo del xviii es tan falsamente auténtico como lo hacen la mayoría de orquestas, con atuendos propios del gusto de finales del xix e instrumentos también del xix. Por qué no han entrado masivamente los sintetizadores, pianos eléctricos, organos hammond en las salas de conciertos? Por qué tan solo se critica a los que quieren recuperar el "auténtico" barroco, y no a los que siguen lastrados en el xix (que son la mayoria, público incluido)?

Isa Segura B. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Isa Segura B. dijo...

Quizá porque el mal que aqueja a la sociedad moderna es el desconocimiento de ese pasado, suyo y nuestro, y por eso, no se atreva a saltar a su tiempo, el tiempo presente suyo y nuestro. Es el pánico a caer en el vacío, porque no hay tierra bajo los pies, sólo el vacío de la ignorancia, ese terrible vacío que impide avanzar. Ese terrible vacío que induce a la marcha del cangrejo, hacia atrás y subrepticiamente. (Me vienen a la memoria recuerdos de infancia cuando en mitad de una ópera 'moderna' el público iba abandonando el teatro de la Zarzuela sin el menor respeto, despacio, retrocediendo, sin pausa pero con prisa, no fuera a tragárselo algún monstruo).
Quizá el mal de nuestra sociedad sólo sea eso, falta de Educación.
Saludos.

3:57 PM

Anónimo dijo...

rmf, estoy de acuerdo contigo, el marco actual de los conciertos de música clásica, atuendo y puesta en escena, está obsoleto y es necesario actualizarlo. En mi opinión, lo más revelador de las palabras de Barenboim es la necesidad de aportar una visión contemporánea al patrimonio musical del pasado, y esto incluye una mayor atención a la(s) música(s) que se componen hoy, instrumentos incluidos. Beethoven suena diferente acompañado de Adams que si lo programas al lado de Haydn.

Saludos

Anónimo dijo...

isa, la educación juega un papel vital. La pedagogía se ha convertido en estos últimos años en una de las actividades más imprescindibles de una orquesta. Lo que ocurrre, es que si esa educación no la acompañas de una adaptación del patrimonio musical a nuestro presente, de un cambio del marco del concierto clásico. resulta una total pérdida de tiempo. Aunque parezca un contrasentido, es el olor a naftalina que desprende la escenografía actual del concierto lo que está apolillando a Mozart.

Saludos

Anónimo dijo...

Bueno, bueno...y Gould? Hay algo mas moderno que su Bach?

Anónimo dijo...

anónimo: ése una parte del problema, que no hay nada más moderno que el Bach de Gould. Gould tendría hoy graves problemas para grabar discos: la apuesta de las discográficas por la versiones "auténticas" es aplastante.

Anónimo dijo...

Hay espacio para todos...creo que oimos tanto a Gould como a Harnoncourt, a Leonhardt como a Celibidache.Creo...

Anónimo dijo...

anónimo, me refería a la hora de interpretar a Bach, ya que hablamos de Gould, o a Vivaldi. No es que yo "crea" que las discográficas ponen inconvenientes, que hoy parecen ser menos, para grabar repertorio barroco, es que lo sé, porque así lo han declarado solistas durante estos últimos años. Lluís Claret me lo dijo en una entrevista que le hice para la revista de mi orquesta.

Petrusdom dijo...

Quizás la pregunta sea ¿llega más la música grabada? Me refiero al sonido en sí, sin escenario ni atuendos, escuchado en la intimidad de tu casa.

Anónimo dijo...

petrusdom, puede llegar, pero no es en absoluto comparable a la experiencia de un concierto en directo. Un solista dijo una vez que los músicos sólo somos responsables de un 50% de la música en un concierto en vivo, la otra mitad es responsabilidad del oyente. Llevado al extremo podríamos especular que si un día decides acudir a un concierto, es posible que la música suene diferente de no haber ido. Por otra parte, Celibidache sentenció, como siempre, que escuchar música grabada era como hacer el amor con una foto de Brigitte Bardot, en sus buenos tiempos, se entiende.

Saludos