miércoles, diciembre 05, 2007

INVISIBLES VISIBLES

Hay gente que confiesa no entender las películas de Pere Portabella, pero en realidad lo que les resulta un enigma es la persona. Y es que no les casa su condición de hombre adinerado, -su familia fue la propietaria de la firma Danone y él preside actualmente una sociedad de inversiones- con su ideología de izquierdas y sus múltiples inquietudes culturales. El dinero, en fin, como un estigma, o si deseas contemplarlo desde otra perspectiva más dañina, una cuenta corriente en números rojos como requisito indispensable para una expresión artística inspirada.

Por otra parte, me gustaría saber desde cuando hay que entender algo o a alguien para que tu cuerpo se inunde de emociones. En lo que a mí respecta, me declaro seguidor de la teoría opuesta, la que sostiene que los seres o enseres pierden su atractivo cuando descubres el secreto de su misterio.

Esta retórica viene al caso porque Portabella, director de ocho largometrajes, entre otros logros, que han merecido un homenaje del Centro Georges Pompidou de París y una reciente retrospectiva en el MOMA de Nueva York, estrena el próximo día 21 su último film Die Stille Vor Bach (El silencio antes de Bach). Adjunto dos extractos, el de la sinopsis:

Una mirada sobre las profundas relaciones dramatúrgicas que existen entre imagen y música, de manera que no se concibe esta última como un mero subrayado subsidiario de la imagen, sino como sujeto paritario del relato.

Y el de la película:


Ambos despiertan la esperanza que su consumo nos enriquezca con todos esos invisibles visibles que jamás podremos comprar con dinero. Portabella, tampoco.

4 comentarios:

Isa Segura B. dijo...

La música siempre es relato, la imagen sólo alcanza a mostrar uno de los posibles caminos que nos dibuja la música. El silencio subraya la música, nunca la imagen.
Anoto estreno para el día 21.
Saludos.

arrebatos dijo...

Lo de Portabella es prodigioso. Escucharlo cuando habla y cuenta innumerables anécdotas ya es un placer, pero el carrerón que se ha labrado por puro placer (que no por necesidad económica) es admirable, tanto como director como en la producción de Buñuel, por ejemplo.
Actualmente no lo sé, pero en el MACBA de Barcelona exhibían parte de su filmografía hace unos años (Vampir/Cuadecuc y Umbracle creo recordar).

Anónimo dijo...

isa, es cierto, la imagen sólo es un posible camino para la música, pero casi nunca lo ha recorrido; es de celebrar,pues, el atrevimiento de Portabella.

Saludos

Anónimo dijo...

arrebatos, comparto tu opinión sobre Portabella. Además, es un cineasta con una originalidad muy consistente y expresiva.

Saludos