jueves, mayo 31, 2007

ALQUIMIA CONTRA LA SORDERA

Una cosa es tocar notas sin ton ni son, y otra muy distinta convertirlas en música. Hoy, por primera vez desde lo que se me antoja una eternidad, los sinfónicos del Vallés, cuales alquimistas, hemos convertido el plomo de la obertura Oberon, de Weber, en oro de muchos quilates. Quizá demasiados ya que el tempo bradicárdico impuesto por Jordi Mora, el director, predisponía a una interpretación hipotensa. Existe una causa: cuantas más cosas quieres expresar más tiempo necesitas para contarlas, y Mora exige que deletreemos todas los compases de Oberon con dicción de cristal. Pero también hay un efecto: una ejecución al límite del ahogo, pues sospecho que el sonido de nuestra orquesta no tiene la densidad adecuada para acomodarse a un pulso tan lento.

Eso sí, como ya apunté ayer, el fraseo reclamado por Mora es de altos vuelos: “ya nadie frasea así, aprovechadlo” nos ha confesado hoy en un momento de gozo. Puede parecer una máxima presuntuosa, pero es cierto que en estos tiempos convulsos ningún director da prioridad al fraseo. El mismo Mora nos ha descubierto el motivo: “Para un músico de orquesta ser sinfónico significa saber escuchar a los demás instrumentos, y ayudarles cuando reconoce que sus discursos son más importantes que el propio.” ¿Entendéis ahora porque ya nadie frasea así? En la vida, quiero decir.

miércoles, mayo 30, 2007

CREAR CON PERSPECTIVA

El ensayo general con Sergiu Celibidache que publiqué el domingo no fue una capricho, sino un ejercicio de aclimatación. Y es que esta semana los sinfónicos del Vallés nos estamos dejando guiar por uno de los alumnos más fieles a la teología del maestro: Jordi Mora.

Por si no lo sabían, Celibidache no sostenía teorías, sino teologías con amén incluido. El dios de la teología celibidachiana es el fraseo, en palabras de Mora: “Frasear es hacer música. No frasear es crear sensaciones sonoras locales que no pueden integrarse dentro de una unidad, es decir, algo que no tiene nada que ver con la música.” Con Celibidache una frase musical forma parte de un universo orgánico. Nace, crece, culmina, decae y muere. Como tú y yo: la vida.

Las consecuencias del fraseo o su ausencia las entenderéis enseguida con dos ejemplos que encarnan dos maneras diferentes de entender un mismo tema, el que abre el último movimiento del la Cuarta Sinfonía de Brahms, la obra principal del programa que ensayamos esta semana.

En el primer ejemplo, “BrahmsCelibidache”, fijaos como el tema nace y se desarrolla alimentado por la dinámica, cada vez con más fuerza y tensión, hasta alcanzar la cima del quinto compás. A partir de ese instante el sonido se relaja para resolver en la nota principal de la tonalidad, mi menor, donde muere para dejar espacio al nacimiento de otra frase, de otra vida. Celibidache, en fin, ha construido aquí una unidad de ocho compases donde cada nota es un efecto de la anterior y una causa de la siguiente. Esto es frasear: crear con perspectiva.

En el segundo ejemplo, “BrahmsKleiber”, sucede todo lo contrario. Carlos Kleiber empieza con una dinámica en forte que nunca abandonará, creándote la angustiosa la sensación de no ir a ninguna parte. Cada compás de la frase se mantiene, de manera egoísta, independiente el uno del otro. No puede morir nada porque nada ha nacido. Sólo un continente de sonido vacío de contenido. Aquí, la ausencia de perspectiva da como resultado una geografía sin relieve.

El tercer ejemplo no tiene nada que ver con el tema: es la obra que ilustraba un post anterior sobre el "Duettino buffo di due gatti", de Rossini. Cosas de Box.net. Por cierto, los gatos, como Carlos Kleiber, tampoco frasean.


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Así pues, donde Celibidache hilvana un discurso lumininoso, en Kleiber prevalece el grito en la oscuridad. Corolario: Celibidache ha dibujado en ocho compases el esquema del ciclo de una vida, la de un tema de Brahms como metáfora de la nuestra; Kleiber, en cambio, sólo nos ofrece de ella el pálido reflejo de un instante.

martes, mayo 29, 2007

EL MAR DE MARÍA DEL MAR

Nació en una isla y la bautizaron María del Mar. El destino de semejante redundancia sólo podía ser en azul marino. Ni pirata ni pescadora, pero sabe fingir ambas cosas a la vez cuando le canta al apellido más querido de la húmeda frontera incrustada en su nombre: el Mediterráneo. El sábado hizo cuarenta calendarios que pesca emociones con la red de su voz, que, para redondear la redundancia, es líquida y espumosa, como las estelas de su mar. Cuarenta años de arte celebrados en compañía de los sinfónicos del Vallés. Una clásica entre clásicos para descubrirnos contemporáneos.

Entre sonidos con denominaciones de origen griegas y árabes, algunos muertos revivieron en su boca: Manuel Vázquez Montalbán, Terenci Moix y Al damunt de la tomba de Ovidi Montllor, “que maleïdes les guerres i aquell qui les va fer!”. Muchos vivos se hicieron los muertos, los que creen que todo se perdió con el recién enmudecimiento de Itaca. Ignoran que "des de Mallorca a l'Alguer", y más allá, el corazón de una isla es el mar. El “Nostrum”. El de María del Mar Bonet.


María del Mar Bonet y los sinfónicos del Vallés unirán de nuevo sus voces en el Palau de la Música, de Barcelona, los próximos días 16 y 17 de junio.

lunes, mayo 28, 2007

PSICOTÉCNICO

Mientras que hoy en día a cualquiera que oposite a una plaza de basurero municipal le someten primero a un examen psicotécnico, las orquestas, sin embargo, nos siguen contratando sin echarnos siquiera un mero vistazo a nuestros cerebros de músicos. De modo que si eres un asesino en serie pero sabes tocar un concierto de Mozart sin arruinarle los tímpanos a nadie y llamarle " maestro" al director sin reírte, tienes un empleo garantizado en cualquier orquesta del planeta. Al menos hasta que descuartices con un serrucho a toda la sección de trombones, el que toca la tuba incluido si practicas el ensañamiento.

Con todos los respetos, no me cabe en la cabeza que le pidan dos dedos de cordura y tres de coeficiente intelectual a alguien para trasladar basura de un contenedor a un camión y no se los exijan, en cambio, a un músico para tocar a Mozart, cuando sólo a una mente ordenada como un acorde en estado fundamental deberían permitirle manipular las entrañas de una obra de arte sinfónica.

Lo más grave de este asunto es que, al igual que los músicos, la mayor parte de los gerentes y maestros (¡ja, ja, ja!) de las orquestas tampoco han pasado ningún tipo de control que muestre que están en sus cabales. Ni siquiera el de alcoholemia. Por cierto, tampoco los alcaldes que acabamos de elegir pasarán por ningún control psicológico antes de gobernar. Les ha bastado con ganar las elecciones entonando la partitura de su ideario sin arruinarle los tímpanos a los ciudadanos, y llamarles "maestro" a los líderes de sus partidos sin babear.

Nos preocupamos, en fin, por el estado mental de quienes manejan nuestros residuos, pero no nos quita el sueño la inquietante posibilidad de que hayamos puesto en manos de una horda de asesinos en serie no sólo el cuidado del patrimonio musical de occidente, sino también el destino de nuestras ciudades.

Y es que a pesar de Darwin, yo sostengo el hombre no procede del mono, sino del escarabajo pelotero que, como nosotros, presta más cuidado a la gestión de la mierda generada que a la de la cultura. No es una teoría. Es un estado de ánimo.

sábado, mayo 26, 2007

MÁXIMAS MÍNIMAS

"Sólo hay una manera de recurrir directamente al pasado, a la tradición: volver a empezar todo desde el principio."

Arnold Schoenberg

viernes, mayo 25, 2007

NEUROSIS

Aún no ha sonado una sola nota, pero el compositor es desconfiado por naturaleza. De noche, en "Los Jardines de España", las huellas de un neurótico: "Tranquillo, MA NON TANTO". Manuel de Falla, no falla.

miércoles, mayo 23, 2007

UN SUPERVIVIENTE DE VARSOVIA

I cannot remember con exactitud cuando el miedo de “Un superviviente de Varsovia”, de Schoenberg, decidió construir un nido en mi cerebro. Hasta ahora, sobre la niebla con la que el paso del tiempo ha cubierto mi memoria de la partitura, se asomaban tres volcanes en erupción: las primeras notas escupidas por las trompetas; el grito del narrador prediciendo el horror “Get Out! the sargent will be furious”, y la primera bocanada de la oración Shema’ Yisroel (Escucha Israel) que respira el coro de hombres. Pero hoy ese afilador de la memoria visual que es Youtube me ha descubierto de nuevo toda la geografía de esta música: lo habitual en terrenos castigados por la lava, un paisaje arisco donde las palabras suenan como rocas incandescentes despeñándose hacia tu conciencia por una pendiente pronunciada en alemán.

Schoenberg armó el esqueleto de este testimonio en 1947, y René Leibowitz, alumno de Webern, alumno a su vez del maestro, lo rellenó con la carne aún humeante de las víctimas, que cubrió con la piel de una instrumentación callosa.

Las dos mitades de la serie dodecafónica parecen haber decidido repartirse los dos papeles principales en la comedia de la frase clásica: antecedente para la primera porción, consecuente en la segunda.


Si a este detalle nada nimio le sumamos las migas de pan que Schoenberg ha dejado caer en los cruces de caminos de la partitura, accesibles sólo a oídos en permanente alerta roja, se entiende que Nuria, la hija catalana del compositor, declarara en una entrevista que “Un superviviente de Varsovia” es la pócima más indicada para resucitar a todos los melómanos que no sobrevivieron a la desaparición de la tonalidad.

La narración cantada, (Sprechegesang), técnica cuyo copyright pertenece a Schoenberg, corre a cargo del barítono Hermann Prey suscribiendo su viaje profesional desde Eros, cuando perseguía con voz tecnicolor a bellas molineras en el bosque de Schubert, hasta Tánatos, ahora declamando en blanco negro el horror nazi en el crepúsculo de Schoenberg.

El texto se abre con una memoria desmemoriada: él no puede recordarlo todo, pero lo que va a contarnos tenemos la obligación de no olvidarlo nunca. No permitamos que el tiempo y sus nieblas extingan esos volcanes.

martes, mayo 22, 2007

SÍ A LA MÚSICA

Convocados por la Confederación de Asociaciones de Educación Musical (COAEM) y bajo el lema: " Sí a la Música", los profesores de Música y de Educación Plástica y Visual de Educación Primaria y Secundaria de todo el Estado Español se manifestaron ayer ante los Consejerías de Educación de las respectivas Comunidades Autónomas para protestar contra la reducción horaria en la Educación Musical; para evitar, en fin, lo que refleja este examen nativo que reúne lógica, imaginación, y expediente de lo sobrenatural a partes iguales. Advierto que la reproducción respeta su desesperante ortografía original.

1ª Pregunta: La orquesta: definición, esquema de distribución de los instrumentos y criterio de colocación de estos instrumentos.

Respuesta: La orquesta se cuando se guntan mucha gente que toca, y toca la música. Los instrumentos se colocan unos delante y detras y eso depende del tamaño, por ejemplo la gaita se coloca siempre delante.

2ª Pregunta: Características generales de la música barroca.

Respuesta: Creo que ay un despisto en la pregunta, me parece que es la musica marroca. Voy a contestar esto. La musica marroca es la de los moros de Marruecos que es muy importante porque la tocaban los moros cuando ivan a las batallas de conquista.

3ª Pregunta: Beethoven.

Respuesta: Este era un señor sordo que compuso la letra de Miguel Rios o sea lo Hino de la Alegría. Pero cuando lo izo no era de rocks. Daba conciertos en la epoca de Franco y hizo tambien "Para Luisa" que no tiene paranjon en la historia de la musica.

4ª Pregunta: Vocabulario musical

.Define...- barítono: se lo que lleba la barita o sea lo que dirije a los otros.- tenor: es un cantante como Placido Domingo.
soprano: esto no lo se.
villancico: es lo que se canta en Navidad cerca del arbol.
sinfonía: es lo que tocan las orquestas.
movimiento adagio: eso no lo trae mí libro.
movimiento allegro: que lo cantan los musicos cuando o sea están contentos.

HÉROES

Según la ONU cada día cien personas mueren asesinadas en Irak, pero hay otras víctimas inanimadas de la violencia: la Orquesta Sinfónica de Irak es un fenómeno, una anomalía, un anacronismo en un pueblo al borde de la guerra civil. Se reúnen dos veces por semana para ensayos y conciertos siempre y donde sea que puedan. El director, Karim Wasfi, educado en Estados Unidos, y algunos de sus músicos han recibido amenazas de muerte, pero Wasfi tiene un sueño: utilizar la música como arma contra las balas y las bombas. "No creo que los secuestros, los coches bomba, los asesinatos y las atrocidades sean todo lo que funciona en Irak" dice Karim. "Creo que la cultura y la música también están funcionando".

La orquesta interpreta todo tipo de música- no sólo Bach, Beethoven o Brahms, sino también George Gershwin y jazz. De manera increíble, sólo un músico ha sido asesinado desde la invasión. Pero recientemente, uno de ellos ha perdido algo muy preciado. Mohammed Qassim toca el violín, un bello instrumento del siglo XIX que adquirió en Chequia hace 25 años y que atesoraba desde entonces. Pero en una incursión en su apartamento de soldados de EEUU y del ejército iraquí, su instrumento fue sacado de su caja y roto en pedazos. "Reflejó un cierto odio de esa gente. Algún soldado extremista dijo, ¿Qué es esto? Y entonces disparó y lo dejó así". Qassim recogió los restos astillados de su violín, que aún conserva dentro de una caja. No puede soportar la idea de desembarazarse de él, aunque le resulta imposible repararlo. ¿Podría obtener alguna compensación? "Cuando pierdes algo que tiene un valor espiritual, es muy difícil de compensar" dice con una pequeña sonrisa. Qassim aún toca en la orquesta con un instrumento de calidad muy inferior. "Esto me rompe el corazón" dice "pero es importante mantenerme interpretando.".

Y esto es precisamente lo que todos los músicos de la Orquesta Sinfónica de Irak están haciendo, a pesar de que han recibido amenazas de muerte, tienen que ensayar casi en secreto y no se atreven a mostrar sus caras a las cámaras de la televisión. Los extremistas religiosos que están luchando para obtener el control del país creen que la libertad de expresión, la música y la cultura son peligrosos, perversos y contrarios al Corán. A pesar de esto, el director de la orquesta Wasfi ha intentado organizar un concierto para todos los grupos religiosos que guerrean en Irak, para unirlos sólo durante una hora. Su idealismo es impresionante: "La música y las artes nos están uniendo," dice Karim. "Este es uno de los acercamientos que estoy intentando realizar". Esta "unidad" es aún sólo un sueño. Mientras, sus músicos tocan, incluído Qassim con su violín prestado. Recientemente la orquesta realizó un concierto en la Zona Verde, patrocinado por la Cámara de Comercio Americana. Tocaron Mozart. Esa noche la religión era la música en toda su dulzura y belleza.

(Ensayo de traducción del artículo de Hilary Brown para ABC News)

lunes, mayo 21, 2007

EL OLOR DE LA MÚSICA

La entrada del local olía a barniz especializado en rescatar recuerdos de infancias celebradas con juguetes de madera. Al instante, sospeché que ese era el primer cebo de la tienda, un reclamo para melómanos tímidos como yo, aficionados temerosos de hacer el ridículo ante un vendedor especializado de una tienda consagrada principalmente a clientes de la profesión.

Ni carteles de diseño, ni rótulos fluorescentes, ni música de ambiente, el mejor antídoto para el "no gracias, sólo miraba": unas gotas de barniz mágico derramadas en el felpudo de la entrada evocando una escena de la infancia y ya tenían al tímido curado de su complejo de aficionado, caído en la trampa del deseo de llevarse a casa sus seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, años. Fin de la retrocuenta y despega mi tarjeta de crédito: "Póngame una viola", que así debía implorar el incauto cazado en las redes de un recuerdo cuando en realidad lo que quería decir era, "envuélvame ese olor que me lo llevo", es decir, "le compro mi infancia".

El sonido de la puerta al cerrarse detrás de mí me impulsó a avanzar a paso ligero hasta el centro del pasillo, donde junto una estantería repleta de partituras de bolsillo me detuvo otro reclamo más común y más difícil de salvar para los que, como yo, habían sobrevivido al primero: un intenso olor a tinta de tebeo sin estrenar que aumentó el tamaño de mis fosas nasales de manera del todo ajena a mi voluntad. Que esa era la treta que escondía ese banquete de olores, despojarte de tu voluntad para que una voz, que era pero no era la tuya, tradujera la imagen que ese olor creaba en tu mente: un niño tirado en el suelo, que eras tú, leyendo, o quizá sólo mirando, un mortadelo a los pies de su padre, el tuyo.


Y como la realidad perdida supura añoranza y las partituras no huelen como los libros, o los periódicos, sino que comparten la dulzura, incluso la fantasía sin colores de los tebeos, de nuevo la retrocuenta y mi tarjeta de crédito conquistando el pasado con una voz ajena aunque propia: " póngame todas las sinfonías de Beethoven en edición de bolsillo" cuando en realidad quería decir " devuélvame mi mortadelo", es decir, " le compro mi infancia".

Sí, me hice músico para recuperar el niño que fui.

viernes, mayo 18, 2007

REFLEXIÓN

A la hora de idear la programación de la temporada, las orquestas sinfónicas deberíamos plantearnos qué queremos comunicar, qué reflexiones deseamos provocar en el oyente y de qué compromisos con el mundo son testigos las obras que interpretamos. Cualquier concierto que no contemple estas premisas sólo es un ligero "divertimento", una píldora más de las muchas que en nuestro tiempo garantizan un sueño sin culpa a nuestras conciencias. Más que arte son artificios.

jueves, mayo 17, 2007

A LA IZQUIERDA DE MOZART

Esto, desgraciadamente, sólo es literatura:


No pongas tus sucias manos sobre Mozart

El viernes 14 de marzo de 1980 fue un día histórico para este hombre, un tipo de izquierdas, padre de familia que se liberó de sus hijos. Y al mismo tiempo se sacudió el terror de que alguien le pudiera llamar reaccionario. Él estaba estudiando un informe del partido acerca de los índices de paro. El sonido de Led Zeppelín hacía vibrar las paredes maestras del piso. Fue cuando su hija salió de la leonera con el pelo grasiento y los dedos amarillos de nicotina, cruzó la sala, se dirigió a la biblioteca con la pretensión de llevar a sus compinches la Sinfonía número 40 de Mozart. El hombre no sabe explicar bien qué dispositivo le hizo saltar. Otras veces su hija también le había llamado carroza. Pero en esta ocasión aquel ciudadano tan fino y progresista le arreó una bofetada, se lió a golpes con todo dios y se deshizo el misterio. Echó de casa a patadas a aquella panda de golfos. Y hasta hoy. Este ciudadano es un buen hombre de izquierdas ya liberado.

Manuel Vicent

miércoles, mayo 16, 2007

WC

Antes y después de utilizar este urinario para auditorios...

lávate minuciosamente las manos.

martes, mayo 15, 2007

RESUMEN DIGERIBLE

Leo con creciente espanto la entrevista de El País Semanal a Alessandro Baricco, autor de una Ilíada resumida para "hacerla más digerible y próxima sobre un escenario a comienzos del siglo XXI". Confieso que el enanismo de mi coeficiente intelectual sólo me ha permitido leer hasta el momento una bella historia del escritor italiano, Seda, de manera que no me queda otro remedio que esperar una pronta edición sintetizada de sus restantes libros para que mis cuatro neuronas los digieran con la misma facilidad que mi estómago el arroz blanco.

A la espera de que Baricco resumido me ilumine el pensamiento, mi mente no puede evitar estremecerse en la oscuridad imaginando el destino de las obras más obesas de nuestro patrimonio común en las manos de este dietista de la cultura. Desde la perspectiva del músico sinfónico que soy, -es decir, un cadáver, pues según Baricco la música clásica ha muerto- y a bote pronto: la tetralogía de Wagner, la catedrales sinfónicas de Bruckner, la Pasiones que Bach resucitó, más un grueso etcétera rebosante de michelines inteligentes, que ni dotado con la precisión del cirujano osaría yo perpetrarle una liposucción de sostenidos y bemoles.

De hecho, sólo me siento legitimado para resumir dos inexplicables fenómenos de la naturaleza: yo mismo y este texto. Al primero intento sintetizarlo físicamente a diario siguiendo una dieta basada en un amor cortés a la lechuga y un odio visceral a la patata. Mi compendio del segundo pueden contarlo con los dedos de una mano: Alessandro Baricco me resulta indigerible. Buen provecho.

lunes, mayo 14, 2007

AUTOBIOGRAFÍA CAPILAR

Somos de la tierra donde nació la música más celebrada del mundo: la cabeza de vegetación espesa, como de selva amazònica, de un genio arisco. Sí, Beethoven. Cuando la vida dejó plantado al compositor a media décima sinfonía, a guisa de tijeras Ferdinand Hiller nos salvó de la oscuridad sin remedio del ataúd. Un puñado de años después, en 1883, Ferdinand nos envolvió con papel de seda y nos entregó a su hijo como regalo de aniversario. Paul, que así se llamaba el joven, nos compró en París una casa nueva en 1911, un relicario espacioso y soleado con vistas a un mundo que nos contemplaba con ojos húmedos.

Pero a medida que el siglo XX se hacía mayor, la Historia mostró su rostro más diabólico a las familias de ascendencia judía, como los Hiller, y nos escondieron de la ignominia en el consultorio de un médico danés, el Dr. Alexander Fremming. En 1994, cuando la casa Sotheby's nos vendió por 5395.39 euros a unos fundamentalistas de confesión "beethoveniana", calculamos el valor físico -el sentimental no tiene mesura- de cada uno de nosotros: 9 euros y pico; un precio justo si tenemos en cuenta que hace casi dos siglos que nadie nos lava ni peina. Ni siquiera, y que el maestro nos perdone, en vida de Beethoven.

viernes, mayo 11, 2007

LA FAMILIA

La división de una orquesta en familias instrumentales no obedece sólo a una cuestión estructural, sino que también sugiere la existencia de una organización interna basada en una emoción. Que yo sepa, no existe ninguna otra sociedad comercial o industrial, ni siquiera cultural, que utilice el término "familia" para designar los distintos departamentos que la componen. Entren, pongo por caso, en una gran editorial, y pregunten por la familia de los vendedores, o la de los escritores, y ya verán la cara que le ponen.

Y es que la búsqueda de un beneficio económico se sirve de un lenguaje que margina cualquier palabra sospechosa de enraizarse en el corazón: alegre, cantando, con sentimiento; expresiones, en fin, que los músicos de esas empresas de carácter no lucrativo que llamamos orquestas acostumbramos a utilizar cuando trabajamos, sí, en familia.

La distribución geográfica por parejas de los músicos en la orquesta tampoco hace referencia sólo a un concepto matemático. Así, dentro de la familia de la cuerda, cada instrumentista se sienta frente al televisor de la partitura, cuyo mando a distancia controla el director, junto con quien acabas estableciendo un misterioso vínculo afectivo, aunque luego no le dirijas la palabra fuera del trabajo. Tiene su lógica: día sí y otro también, tocamos las mismas notas, realizamos los mismos movimientos y, sobre todo, expresamos al unísono las mismas emociones: alegres en un allegro de Mozart, tristes en un adagio de Bruckner, pongo por casos, de tal modo que dos desconocidos se convierten en hermanos gemelos al abrigo de la música.

La última frase no ha sido escogida al azar. Una vez coincidí en el atril con un músico que había perdido a su hermano gemelo en un accidente. Una noche, después de compartir una botella de vino y una sinfonía de Beethoven, me confesó que, en ocasiones, cuando un concierto le trasladaba a esa dimensión fuera del tiempo objetivo que marca el calendario, tenía la sensación de hallar en mí al hermano ausente.

Alguien escribió que la música nos hace sentir añoranza de amores que nunca tuvimos. Es posible que de alguna extraña manera también se las arregle para devolvernos las personas amadas que la muerte nos arrebató, y con ellas, aquellos sentimientos que se nos extraviaron por el camino del vivir.

miércoles, mayo 09, 2007

¡MIAU!

Respondiendo a la perversidad del instrumento gatuno inventado por Kircher, expuesto por mi admirado Gregorio en su El café de Ocata, propongo el ronroneo inocente del Duettino buffo di due gatti, de Rossini. Miau.


martes, mayo 08, 2007

SI TE GUSTA, APLAUDE CUANDO GUSTES

Hay una ley no escrita de talante represivo, seguida con disciplina por el público habitual de las salas de conciertos, que ordena no aplaudir entre movimientos durante la interpretación de un programa sinfónico. Una convención que está empezando a tambalearse en los auditorios más celebrados del mundo, como el Metropolitan de Nueva York, convirtiendo el hecho del concierto en un acontecimiento más abierto a las expresiones emocionales espontáneas del público.

En este sentido, Leonard Slatkin, director de la National Symphony Orchestra de Washington, y un firme partidario de relajar los rígidos protocolos que rodean la interpretación de la música sinfónica, considera que "si a la gente le conmueve una interpretación, y quiere demostrar su reconocimiento aplaudiéndola entre movimientos, pues ¡adelante!" De hecho el comportamiento inhibido de la audiencia ha contribuido, según Slatkin, "a dificultar la atracción por la música clásica de público más joven ".

Leonard Slatkin

Por otra parte, Christopher Hann, director artístico de la Sinfónica de Pittsburgh, cree que "en el mundo de las artes clásicas estamos demasiado preocupados por lo que sucedía hace un siglo, pero muchas cosas han evolucionado desde entonces."

Y es que hace un siglo, cualquiera que exteriorizara su gozo por una interpretación, aplaudiendo entre movimientos de una sinfonía, era reprimido inmediatamente por otros espectadores más experimentados, costumbre que pervive todavía hoy incluso en algunos intérpretes.

Emmanuel Ax

El pianista Emmanuel Ax entra en el debate justificando con datos históricos los aplausos extemporáneos: "Siglos atrás aplaudir tras cada movimiento de una obra sinfónica o incluso durante su interpretación, era un hecho esperado. Compositores como Beethoven acababan los primeros movimientos de sus conciertos con "cadenzas" contundentes diseñadas para provocar el aplauso de la audiencia. Es más, está documentada una queja de Brahms porque nadie aplaudió entre movimientos en el estreno de su primer concierto para piano."

La historia nos dice que fue un contemporáneo de Mozart, el barón van Swieten, el primero que introdujo el concepto del silencio del público durante el concierto, que Richard Wagner sofisticó bien entrado el siglo XIX, estableciendo estrictas reglas de comportamiento para los que asistían a las representaciones de sus óperas en Bayreuth. El caso es que hoy, acabados de entrar en el siglo XXI y como apunta Slatkin: la mayoría de los intérpretes nos sentimos felices cuando la gente demuestra con aplausos que le gusta lo que estamos haciendo."

Si te gusta, pues, aplaude cuando gustes.

lunes, mayo 07, 2007

ENSAYOS DEL YO

Las palabras preferidas de Montaigne, según la Concordance des "Essais", de Leake, y sin tenir en cuenta los vocablos gramaticales, son las que siguen, en orden degresivo:

1. Je + : 5007
2. Me + : 2632
3. Homme: 692 + 488 hommes
4. Moi : 664
5. Vie : 624
6. Chose : 591 + 360 choses
7. Raison: 472
8. Âme: 462
9. Mort: 441
10. Temps: 436

sábado, mayo 05, 2007

¡ESTO ES UNA ORQUESTA!

"Bailamos no sólo para expresar quienes somos, sino para comunicarnos con otros".

Royton Maldoom.

El programa educativo de la Orquesta Filarmónica de Berlín, tomó "La Consagración de la Primavera" de Stravinsky como la base de su proyecto educativo más ambicioso y de mayor alcance hasta el momento. Bajo la dirección de un equipo de la orquesta, presidido por Sir Simon Rattle y el coreógrafo Royton Maldoom, casi 250 jóvenes de toda la ciudad de Berlín estuvieron implicados de manera intensiva durante varias semanas en un proyecto de danza con "La Consagración".

El proyecto implicó a 150 chicas y 89 chicos, en edades comprendidas entre 7 y 22 años. Algo más de un tercio de los participantes (37,4 %) no hablaban alemán.

viernes, mayo 04, 2007

jueves, mayo 03, 2007

PARTITURA DE PIEDRA

Dicen que una música encriptada en los arcos que rodean el altar de la capilla de Rosslyn, uno de los escenarios de "El Código da Vinci", ha sido descifrada por Thomas Mitchell y su hijo, Stuart, después de 27 años de investigaciones. Las claves del descubrimiento se hallan en los experimentos del músico y físico alemán Ernst Chladni, quien en el siglo XIX descubrió que se podían obtener diferentes formas geométricas al hacer vibrar con un arco de violín una placa metálica con sal en su superficie.

Según la frecuencia de la vibracion, varían las formas de las lineas nodales donde se deposita la sal, modificando los dibujos geométricos resultantes. Suena complicado, pero lo entenderéis enseguida cuando visionéis el vídeo, cuya banda sonora es el "motete de Rosslyn", una partitura de piedra. Dicen.

miércoles, mayo 02, 2007

MINIMALISTA

Michael. Michael. Michael. Michael Nyman. Michael Nyman. Michael. Michael Nyman. Michael. Michael Nyman. Michael Nyman es. Es. Michael. Michael Nyman. Michael Nyman es. Michael Nyman es. Michael Nyman es. Michael Nyman es. Michael Nyman es uno. Michael Nyman es uno. Michael Nyman es uno. Michael Nyman es un compositor. Compositor es. Michael. Michael. Michael Nyman es un compositor. Michael Nyman es un compositor. Michael Nyman es un compositor. Michel Nyman es un compositor minimalista. Michael Nymas es. Michael Nyman es uno. Michael Nyman es un compositor minimalista. Michael Nyman es un compositor minimalista. Michael Nyman es un compositor minimalista. Michael Nyman es un compositor minimalista.

martes, mayo 01, 2007

HACER EL ASNO

Inspirado en un asno catalán, el compositor Arnold Schoenberg halló en Barcelona la confirmación de que el ascenso al Olimpo de la historia de la Música mayúscula debía hacerse en zigzag. Nos lo cuenta la hija del compositor, Nuria Schoenberg, nacida en el barrio de Vallcarca:

Durante su estancia en Barcelona, mi padre aprendió mucho de un asno. Siempre que veía la bestia subir en zigzag las escaleras, pensaba: "Qué asno más asno! Si las subiera en línea recta, tardaría menos a llegar"... Hasta que probó subirlas él, y se dio cuenta de que este zigzag era más inteligente y menos fatigoso, porque evitaba la pendiente máxima.

El caso es que las reglas de la composición dodecafónica ideada por Schoenberg, -no repetir ningún sonido antes de haber expuesto todos los demás, eludir la sensación de tonalidad precisa..- dan como resultado un movimiento en zigzag de las doce notas de muchas series. Un rebuzno, en fin, de alta cultura.