Suelo aconsejar a mis adolescentes alumnos de violín y viola que no se dediquen profesionalmente a la música, sino que cursen cualquier otra carrera. Y es que más que músicos, nos urgen abogados, ebanistas, médicos, todo el etcétera, en fin, de las carreras universitarias y técnicas, que alguna vez hayan participado de manera activa en la experiencia de la música. La supervivencia de la música clásica depende más de ellos que de los intérpretes. Dime egoísta.
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7 comentarios:
No es egoísmo. Es el pragmatismo de esas realidades que vienen en forma de hipotecas, seguros, créditos... Aunque también pueden encaminar su profesión hacia la fontanería, mucho más bien pagada hoy en día que cualquier médico o abogado del montón.
Se te ha olvidado mencionar a los fontaneros y electricistas. De ellos será el Mundo ;)
Me ha gustado mucho tu blog, porque a pesar de estar escrito por un maestro, está ideado para gente que queremos conocer e incluso aprender.
Con tu permiso, te seguiré visitando
Saludos
Camille, no necesitas mi permiso: esta es tu casa. Gracias.
arrebatos, lo que intentaba decir es que hace falta extender un cierto nivel de cultura musical. Gracias por la visita.
No, te diré altruista, es decir, egoísta razonable.
Saludos inquieto músico.
no creo que se trate solo de extender la cultura musical, sinó también de ver la música desde otra perspectiva; la perspectiva profesional diria que és la de la música como competición (como agonia, si queremos, ya que el termino griego de competición és "agon"), cosa que puede dañar bastante la relación entre el músico y la música. En cambio, el amateurismo es siempre gratificante.
rmf, extender la cultura musical significa precisamente eso, contemplar la música desde otra perspectiva distinta de la profesional. Por otra parte, la competición es sólo una perspectiva de algunos músicos profesionales, y no "la" perspectiva.
Saludos
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